sábado, 6 de abril de 2013

Durante la homilía del Viernes Santo



En la homilía pronunciada el Viernes Santo en la Catedral de San Sebastián, Mons Munilla llamó la atención sobre el dato de un aumento del 22% de abortos en la Comunidad Autónoma Vasca (Datos correspondientes al 2011: Los abortos ascendieron en la CAV a 4.183). El obispo denunció una vez más el aborto, como una “masacre de inocentes”, y un ”holocausto silencioso”; y acompañó su denuncia con tres propuestas y llamamientos concretos:

1º.-  Llamamientos a dignificar la adopción: Vivimos la contradicción de buscar niños adoptados en países lejanos, pero al mismo tiempo rechazamos la posibilidad de dar en adopción al hijo de nuestra entrañas. Se trata de una actitud hipócrita que no prioriza el bien del niño. El obispo realizó el siguiente llamamiento: “¡No los matéis!; dádselos a quienes también les aman, y están dispuestos a dar su vida por ellos…”

2º.- Compromiso de CARITAS a ayudar a las madres gestantes en situación de pobreza: Los datos ofrecidos nos dicen que el 44 % de las madres que han abortado en la CAV en el citado año 2011 eran extranjeras. De este dato se deduce que detrás en un número no desdeñable de los abortos existen situaciones de pobreza. Mons Munilla reiteró el compromiso de CARITAS Gipuzkoa a que toda madre embarazada reciba la ayuda necesaria para llevar adelante el embarazo, así como la educación de su hijo: ¡Ningún niño muerto por falta de recursos económicos!

3º.-  Compromiso del Centro de Orientación Familiar para ayudar a las madres que abortaron: La experiencia nos permite constatar que la segunda víctima del aborto es la propia mujer. En efecto, el aborto no solo conlleva el poner fin injustamente a una vida inocente, sino que también supone una especie de ‘suicidio espiritual’ por parte de la propia mujer. Del aborto se suele derivar con frecuencia una herida psicológica, hasta el punto de que la mujer no es capaz de perdonarse a sí misma. En el Centro de Orientación Familiar de la Diócesis de San Sebastián se ofrece un acompañamiento a las mujeres que se encuentran en esta situación, por medio del llamado “Proyecto Raquel”, que acompaña con una terapia de sanación a las mujeres que han quedado heridas por el drama del aborto.

Finalmente, el obispo subrayó el hecho providencial de que los datos sobre el aborto en Euskadi se hiciese públicos en un Viernes Santo, día en el que se celebra la “muerte del inocente” que entregó su vida en rescate por todos nosotros: “En este Viernes Santo, los cristianos reiteramos nuestro compromiso de defensa de todos los inocentes, así como de lucha contra todas las injusticias”. En este sentido, el obispo denunció que las legislaciones actuales regulen el aborto bajo el eufemismo del “derecho a la salud reproductiva”; lo cual es algo equiparable —en su opinión— a que se liberalizase el despido libre bajo el eufemismo de “derecho a la salud laboral”.

Por último, el obispo se dirigió a los fieles asistentes a la liturgia del Viernes Santo, invitando a las madres embarazadas a acercarse al altar. De esta forma, la homilía concluyó con una bendición a estas madres embarazadas, que el obispo quiso hacer extensiva a toda mujer embarazada que afronta la tentación del aborto.

El video con el corte de la homilía al que se refiere este resumen de prensa puede verse aquí:


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